Las teles del mañana

Estaba viendo tele, y me di cuenta de que ya se legalizaron los matrimonios entre mujeres y caritas felices. No cabe duda que vivimos en un país de vanguardia.

Estaba haciendo tele, y me dio el impulso momentáneo de subir las patas, o al menos una, al escritorio. A duras penas me contuve, pensando que no sería tan bien acogido el gesto, sobre todo considerando el antecedente del pelo rojo.

Me acordé de mi sueño vernesco de inventar un medio de comunicación que envíe ondas visuales, acústicas, emisiones de sabores básicos, sensasiones tactilares y olores. Lo llamaría... el Multitele, o Telemulti, o Telesentotal. Todo es cuestión de encontrar la codificación correcta para cada tipo de estímulos, pues a final de cuentas, todo se convierte en impulso eléctrico en nuestro cuerpito, ¿no?

Es decir, que aunque los olores son en verdad particulas de materia en nuestra nariz (sí, lector, cuando hueles popó, popó hay en tu fosa nasal), se puede engañar al sistema nervioso con un impulso que recrée el estímulo...

Como decía Da Vinci, he de inventarlo. ¿Por qué no estudié ingeniería?