09 enero 2006

A veces puedo ser un bárbaro.

El otro día fui al banco… Ah, no. Este post es de lo del lavado. El otro día fui al carwash, pues pobre auto estaba puerco. Entré a la sala de espera mientras aspiraban a auto, y había un sillón largo, con toda una mitad desocupada, la otra mitad ocupada, excepto por el lugar de la orilla, justo en donde había un periódico.

Pensé que sería un tanto incorrecto que me sentara en esa orilla del lado ocupado, estando el resto vacío; por otro lado, que hueva ir, agacharme de ese lado, tomar el periódico, y luego desplazarme ante la conciencia de todos al otro lado del sillón. Decidí sentarme en la orilla del lado ocupado, con el periódico ya en mis manos.

Entonces, la señora que estaba en el lugar contiguo, quien por cierto vestía una mascada en la cabeza, se levantó y se fue al otro lado del sillón. Hablando de silencios incómodos.

2 Comments:

Blogger webita said...

a mi me molesta cuando alguien llega y se sienta en seguida de mí estando desocupado el otro lado, sobre todo si se le apaga el piloto, no se baña hace unos tres días, no se puso deshodorante en la mañana, le huele la boca a menudo (o a cebollazo!), lee las noticias en voz alta, se ríe de lo que está leyendo y no cuenta, se saca los mocos (en el peor de los casos se los come), eructa y huele a chorizo, en fin tanta cosa que me desagrada!, al menos claro que fuera Brad Pitt... bueno quien sabe!!!

12:05 p.m.  
Blogger Carlitos said...

Demonios. Todo eso lo hago yo.

5:16 p.m.  

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