22 marzo 2006

Del celuloide que nunca fue.

No manches. El otro día se fue la luz en el cine. Apenas estaba en la introducción de la peli, y ¡zas! Se fue la luz. Entonces:

Un grupo de fresitas empezaron a cantar a todo pulmón.
El resto del público aulló (aullamos) como lobos para callarlas.
El grupito se defendió con comentarios ofensivos en voz alta.
Decenas de celulares mostraron la potencia de su luz.
Alguien hizo figuras de sombras.
Alguien fue a ver que sucedía, y volvió con información, pero no pudo comunicar las noticias al resto de la sala que sólo quería burlarse de como hablaba esa persona.
Mi novia hizo figuras de sombras.
El mostro que hizo mi novia se ensarzó en una lucha titánica contra un perro de sombra.
El mostro de mi novia ganó. Hasta hacía ruiditos.
Algunas parejas se levantaron.
El de atrás eructó de forma semi sonora un par de veces.
Nos acabamos las cocas en la obscuridad.
Resurgió el mostro. Nadie se opuso.
Nos fuimos de ahí con la promesa de la empresa de que podríamos volver a otra función sin pagar en la semana.
Un grupo no quería volver; querían su dinero ya.

Moraleja: Nunca sabes cuando un mostro de sombra te será de utilidad. Aprende a hacerlo.

1 Comments:

Blogger webita said...

no, nada...

8:01 a.m.  

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