Quien es Marcelo.
Una vez, cuando yo era pequeño, mis padres cambiaron su ciudad de residencia, y la mìa con la de ellos. Cuando lleguè a mi nueva escuela en Chihuahua, Chihuahua, pasé una dura prueba de adaptación. Es esta que relato a continuación.
Pocas semanas habían pasado de mi arribo. La verdad, no recuerdo a ciencia cierta si para entonces ya tenía amigos o no. Lo que es cierto, es que siempre fui un niño muy sensible y sentimental. Pos pasó en esta la era de nuestro señor Jesuscristo, que llegò la coordinadora de primaria a entregar las boletas. Sí, de esas que contienen las calificaciones.
Yo, en mi infinita sensibilidad, pensaba: "hay, pobre de tí, niño nuevo de la escuela. No te pongas demasiado triste si no te entregan nada, pues sería normal, en tu calidad de recién llegado". Sí, mis padres siempre han dicho que yo tenía un mejor vocabulario de niño que ahora como adulto.
El caso es que seguían los nombres en su alfabética procesión. Pasó la ele. Y entonces sucedió. Con voz sonora y clara, la conocida como "La Maestra Gila" dijo: "Carlos Marcelo Pérez...?". Yo no me atreví a contradecirla, siendo nuevo y todo lo demás. Obediente me levanté por aquella boleta que de manera tan infame me había cambiado el nombre, sintiendo una de mis primeras humillaciones, que hasta la fecha cargo en mi bagaje de traumas.
NOTA:: No me parece feo el nombre Marcela, pero ¿Marcelo? Parece nombre de pastorcillo de pastorela mexicana.
Pocas semanas habían pasado de mi arribo. La verdad, no recuerdo a ciencia cierta si para entonces ya tenía amigos o no. Lo que es cierto, es que siempre fui un niño muy sensible y sentimental. Pos pasó en esta la era de nuestro señor Jesuscristo, que llegò la coordinadora de primaria a entregar las boletas. Sí, de esas que contienen las calificaciones.
Yo, en mi infinita sensibilidad, pensaba: "hay, pobre de tí, niño nuevo de la escuela. No te pongas demasiado triste si no te entregan nada, pues sería normal, en tu calidad de recién llegado". Sí, mis padres siempre han dicho que yo tenía un mejor vocabulario de niño que ahora como adulto.
El caso es que seguían los nombres en su alfabética procesión. Pasó la ele. Y entonces sucedió. Con voz sonora y clara, la conocida como "La Maestra Gila" dijo: "Carlos Marcelo Pérez...?". Yo no me atreví a contradecirla, siendo nuevo y todo lo demás. Obediente me levanté por aquella boleta que de manera tan infame me había cambiado el nombre, sintiendo una de mis primeras humillaciones, que hasta la fecha cargo en mi bagaje de traumas.
NOTA:: No me parece feo el nombre Marcela, pero ¿Marcelo? Parece nombre de pastorcillo de pastorela mexicana.
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