29 enero 2006

De esto y lotro.

Me fue concedido un honor. Luego de una prueba de alcoholímetro, me dijo el Doctor Tránsito: "Metaboliza usted muy bien el alcohol". Que cosa, y yo que sentía mi cayo más bien decaído con la vejez.

El otro día fui a la lucha libre, pero ya me ganaron ese post. Para más información, usted puede visitar www.lamarce.blogspot.com.

Para cerrar este post, que la verdad que fue más bien por responsabilidad que por otra cosa, os diré que me acordé del chiste del futbol chino.

Pd: Lo del "ché" no pegó. Lo dejo por la paz.

25 enero 2006

Ni era para tanto.

Guachochi, Chih.- Ahora yo también puedo postear desde otras latitudes. El pijama de franela ha probado su valía.

Entre estos bonitos paisajes y tanto tarahumara, me he dado cuenta de que el post pasado fue el número 69. Es que la sierra me pone nostálgico. Como que me sale lo artístico, así que le puse a un pino un obligo, y le tomé unas fotos. Poquitas.

Ché, mira que venir a la sierra con doble calcetín, doble pantalón, camiseta, playera, sweter, chamarra de pana, chamarra de gabán, mitones de chambrita y bonete. Todo para aguantar una temperatura de 10 ° Celcius. Lo bueno que el viento sopla fresquito y me da en los cachetes. y cierro este post citando: "El viento refresca mis pensamientos" - Candy Candy.

21 enero 2006

Santos realizadores novatos, batman, ché…

Encontré una ganga bien machinsota, y me compré una estupenda cámara de filme, formato super 8 mm, a un precio irrisorio. No tengo pilas. No tengo filme. No tengo ni idea. Pero que bonita está mi cámara nueva o vieja, según. No he encontrado un manual en internet, así que de los 12 botones que tiene, ya sé para qué sirven 2. Me tiene harto entusiasmado.

Propósito: llamar a todo el mundo “ché”, como si fuéramos argentinos.

Abur, ché.

19 enero 2006

¿Cerebro, o celebro?

Iba a postear sobre mi cumpleaños número 26, y lo maravilloso que lo pasé en la fiesta organizada en mi honor por mi novia, dios la bendiga. Mi intención era contar sobre como el Miami y el Guso se acoplaron con las chelas, que luego se vieron también incrementadas por unos seises de don Kabeza. Fue bonita la fiesta, ¿verdad?

Quería escribir un post sobre los maravillosos regalos: ya completé mi colección de Star Wars. Ahora sí que lo tengo todo. Tengo un par de camisas nuevas con una corbata nueva que va de perlas con mi nuevo traje. Una botella de vino, un libro, un disco; bueno, hasta una historieta de Condorito.

Hubiera sido también hermoso hablar del mejor chiste de la noche, cuando llegó una invitada (su identidad ha sido protegida), y alguien le dijo: Hueles a coco. Y alguien dijo: No, hueles a chicle. Y un monero dijo: No, hueles a pedo.

Sobre todo eso quería escribir mi post. Pero zaz, que hoy en la mañana hubo un accidente bien gacho, y ahora escribo este post sobre las pobre cuatro personas que perdieron la vida. Ví sesos. En serio, los ví en el camellón, y estaban sorprendentemente completos. Sobre esto tuve que hacer mi post. Cruz roja, autos deshechos, eme pes y cesos.

Pd:: El editor me pide que escriba una disculpa a las sensibilidades heridas. Y eso que no utilicé los titulares marca peso.

11 enero 2006

Reflauta.

El nuevo pijama de franela se encogió. Maldita sea, en verdad que tengo la suerte del bacalao. Lo bueno que aún me gusta mucho el nuevo pijama.

09 enero 2006

A veces puedo ser un bárbaro.

El otro día fui al banco… Ah, no. Este post es de lo del lavado. El otro día fui al carwash, pues pobre auto estaba puerco. Entré a la sala de espera mientras aspiraban a auto, y había un sillón largo, con toda una mitad desocupada, la otra mitad ocupada, excepto por el lugar de la orilla, justo en donde había un periódico.

Pensé que sería un tanto incorrecto que me sentara en esa orilla del lado ocupado, estando el resto vacío; por otro lado, que hueva ir, agacharme de ese lado, tomar el periódico, y luego desplazarme ante la conciencia de todos al otro lado del sillón. Decidí sentarme en la orilla del lado ocupado, con el periódico ya en mis manos.

Entonces, la señora que estaba en el lugar contiguo, quien por cierto vestía una mascada en la cabeza, se levantó y se fue al otro lado del sillón. Hablando de silencios incómodos.

03 enero 2006

No todo es casinos

Una vez, en Las Vegas, mi nena y yo salíamos de un castillo medieval, quejándonos de no haber visto a ninguna celebridad… y justo ahí lo divisó Marce. No llevaba su consabido séquito y glamour: nada de grandes trajes con los que la gente está acostumbrado a verlo. Era como su versión de “huevacacionando”. Era un señor gordito robusto, tez blanca, como blancos eran su pelo un tanto largo y su tupida barba. Casi no le reconocimos por traer lentes obscuros, pero su suéter rojo ayudó a visualizarlo en sus normales abrigos. A fin de cuentas, decidimos respetar su intimidad, y no hacerle plática ni tomarle fotos al Santa. Además, iba con otra mujer, y no con su esposa Mary, Mary Christmas. ¡Viva Las Vegas, Santa!

Otra vez, en Las Vegas, o más bien en Chihuahua cuando salíamos con rumbo a Las Vegas, una señora le dijo a otra: “No es que yo esté tonta; lo que pasa es que quería venir”. Mi novia y yo asentimos. Nosotros tampoco estamos tontos, sólo queríamos venir.

02 enero 2006

Saldo.

Es que había estado fuera de mi país. Saldo de las fiestas:

Viaje shingón a las vegas con mi nena, con disminución de las pérdidas gracias a una mano del black jack de +100 usd, y una máquina de +189 usd (he decidido no contabilizar cuanto más me gasté)
Un pijama de franela fabuloso
Una al fin llegó torre de discos.
Un indispensable disco de Calvin y Hobbes.
Una foto de mi mamá.
Un par de convers rojos y me siento renovado
Un disco dulce de Bellanova
Una camisa blanca y formal

Si me olvido algo, es porque probablemente ya lo siento así de mío.
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