Mas peinados

Como cambian las cosas. Y ni siquiera había un trovadore, sino un dúo de karaoke. ¿Que no se supone que es esto un restaurante alemán? Pero no era el karaoke los más sorprendente, ni la clasificación en el menú de canciones. No, nada de eso, estimable lector. He aquí lo que más llamó mi atención aquella noche.

Don Karaoke, el sujeto que iba de un lado a otro del restaurante llevando el micrófono a quien quisiera cantar, e incluso cantando cuando nadie más lo hacía, este es el sujeto de este post. Y es que usaba peluca. Botas, pantalón de mezclilla, gran cinturón con su charolón vaquero, playera polo amarilla, y peluca güera, como de esas de programa cómico. Una versión desparpajada del pelo de He-Man, pero en un sujeto vaquerón y con lentes grandes y extraños.

Tal vez haga una antología de los peinados en los centros nocturnos: ya antes había hablado del Señor Flequillo, un sujeto con peculiar molette y flequillo que vende flores. Y ahora, está Don Karaoke con su peluca. Por cierto que se parecía a la versión chera del Meme del rock.

He intentado describirme a mí mismo esta peluca con más detalle, tanto para efectos de este post, como para fijarlo en la memoria. Pero no. Creo que hace falta ver el conjunto.

Carlitos en escabeche

Los cacahuates están bien; si tienen cáscara y toda la cosa, son mejores, pero en este caso no tienen ni cáscara, sino una película de grasa muy mala para el estómago. Me gusta esa pielecilla café entre cáscara y cacahuate. Gachos están los chicharrones de aquí. Pero lo mejor, son los platitos de escabeche: champiñones, queso y jamón en escabeche. De las variedades de botanas del bar de conocida cadena, cuyo nombre no diremos aunque comentaremos que las meseras de una sección son como Oaxaqueñas de Star Treck, son los platitos de escabeche.

Estoy seguro que no me juzgarán por ir a la barra de dicho establecimiento, o al menos no lo harían si supieran porqué acabé ahí. Bueno, algunos me juzgarían peor. Pero por eso no diré mis motivos. Sólo diré que aquella noche, nos fue bien a todos, pues los cuatro chícharos que estabamos en la barra teníamos las tres variedades de botanas.

El cantante estaba en su receso, y mientras tanto, estaba tarareando algunas melodías. Estaba componiendo y toda la cosa. El otro señor, el de bigote tupido estilo Chihuahua, es el que no me cayó bien. Ni siquiera comió un bocado de escabeche. Pero eso sí, don importantito quería que le pasaran la cuenta del bar a una mesa en donde estaba "cenando" con su familia. Metió en aprietos al barrista, quien no encontraba a sus superiores para ver si tal cosa era posible.

En cuanto a mí, el escabeche se terminó desde la primera cerveza.

Lamentación y el Discurso Mediático.

Hay no. Creo que ya me hice adulto. Que gacho, nacho.

Y en otra informacion, creo que la caza de la ballena tendra que esperar. Manejar un arpón es más difícil de lo que pensaba.

Y en otra información, como parte del gran engranaje de los medios de comunicación, creo que iniciaré una cacería de brujas contra los bloggeros. Contra todos, menos yo y mi novia.

Y en otra información, ¿que arpones se usan para cazar brujas?

Y en otra información, un día de estos voy a escribir un post acá bien personal, que llegue.

Y en otra información, me ha dado la maña de escribir con estilo "repetitivo latoso mamón".

Y en otra información, maldita sea, la siguiente gran espera será demasiado larga.